Empresas íntegras en todo momento

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Publicado el 30/05/23

Ante procesos de desvinculación, es preciso que las compañías no dejen de ser humanas y transparentes. Tener programas de outplacement es un beneficio para la firma y sus talentos.

 En la actualidad, las personas les piden a las empresas que sean transparentes, que tengan conciencia social, que se involucren en las historias de sus comunidades y que les brinden bienestar a sus colaboradores.

Todo esto es muy valorado, tanto que son de los elementos que mejor impactan en la imagen de marca empleadora de una compañía. Pero, hay momentos de reestructuración, como el que vivimos (esto tiene que ver con la inflación globalizada, la necesidad de cubrir nuevas posiciones, la redefinición de muchas firmas), en el que es necesario demostrar que esos valores mencionados no chocan de frente con la necesidad de desvincular a algunos de los colaboradores.

El mercado laboral actual es sumamente desafiante, para las empresas y para las personas. Ambas partes están aprendiendo a reacomodarse y a entender qué se espera de cada una en un escenario en el que más de un elemento se está redefiniendo.

Es por eso que no sorprendió que muchas empresas hayan tenido que darle nueva forma a su estructura, y con esto queremos decir que desvincularon a algunos de sus trabajadores, y al mismo tiempo concretaron nuevas contrataciones más alineadas a sus nuevas necesidades.

 

Estar preparados

Ahora bien, ¿qué sucede con esos ahora excolaboradores?

Por empezar, las empresas deben tener una buena comunicación de lo que vendrá, mostrarse comprometidos por el futuro de las personas, y no solo en lo laboral. Es preciso entender que hay una familia y sueños detrás de cada trabajador.

Por eso, desde Right Management les aconsejamos a las compañías que ofrezcan programas que acompañen a cada colaborador en los meses previos.

¿De qué hablamos? Las organizaciones que ofrecen un programa de Outplacement están junto a las personas en estos momentos de incertidumbre. Las comprenden y ayudan a decidir cómo quieren reinsertarse en el mundo corporativo, identificar qué posibilidades tienen o si prefieren emprender una carrera independiente como consultores, por ejemplo.

Las compañías deben comprender que es fundamental estar con los talentos hasta el último momento. Incluso, se los puede acompañar en los meses posteriores a su desvinculación a través de llamados o brindarles sesiones con un coach para fortalecerse ante las búsquedas que debe encarar.

A través del coaching los talentos pueden acceder a herramientas que los ayuden a detectar qué posibilidades tienen de reposicionamiento, y actuar en consecuencia. ¿Cómo? Se les puede ofrecer un entrenamiento adecuado o ayudarlos a elaborar un plan de negocios si es que quieren encarar una carrera como emprendedores.

Ahora bien, a la empresa tener estos programas también la ayuda, porque por empezar fortalece su marca empleadora, deja en claro los valores que la organización tiene y cómo fue y será el vínculo con cada colaborador. Que se termine la relación laboral no significa que deje de existir un lazo y hasta la posibilidad de que existan interacciones futuras.

¿Por qué esto es tan importante? Porque de esta manera los talentos perciben una integración entre el discurso de la compañía y los hechos.

Del mismo modo, es bueno que la empresa de apoyo técnico y emocional a quienes sean los encargados de comunicar las desvinculaciones. Estas no son situaciones sencillas y es casi ilógico pedirle a quien tenga que dar la noticia que sea desprendido en cuanto a sentimientos. Por eso, se los debe acompañar en la previa, durante y en el post. De este modo quienes siguen perteneciendo a la estructura pueden ver cómo la firma se preocupa por el bienestar de todos, de los que están, los que vendrán y también de quienes están saliendo.

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