Muchos equipos están volviendo a estar más días en la oficina, pero algunos colaboradores no están de acuerdo. Cómo trabajar con ellos para que no la pasen mal.
La transición de vuelta a la modalidad presencial después de un período prolongado de trabajo remoto es un desafío que muchas organizaciones están enfrentando. En estos momentos los departamentos de Capital Humano toman protagonismo, porque deben elaborar estrategias para que todos se sientan a gusto al retornar a la oficina.
Los especialistas de People deben abordar las preocupaciones de los colaboradores de manera empática y estratégica para facilitar este proceso. Por eso, desde Talent Solutions les acercamos algunos consejos para alentar a aquellos que se resisten al regreso a la oficina.
- Comunicación transparente y abierta: la clave para cualquier transición exitosa es la comunicación. Explicar claramente las razones detrás de la decisión de volver al trabajo presencial. Detallar cómo esta modalidad puede beneficiar tanto a la organización como a los empleados, como por ejemplo, a través de la mejora de la colaboración, la innovación y la cultura empresarial. Responder a las preguntas y preocupaciones de manera honesta ayudará a reducir la resistencia.
- Escucha activa y empatía: es fundamental que los empleados se sientan escuchados. Organizar sesiones de feedback en las que los colaboradores puedan expresar sus inquietudes y preocupaciones sobre el regreso a la oficina. Demostrar empatía y considerar adaptar ciertos aspectos de la modalidad presencial para acomodar las necesidades de los empleados, como horarios flexibles o la posibilidad de días híbridos.
- Destacar los beneficios de la presencialidad: enfatizar los aspectos positivos de trabajar en la oficina que no se pueden replicar en un entorno remoto. Esto incluye la oportunidad de construir relaciones más sólidas con colegas, acceder a recursos de manera inmediata y participar en actividades que fomenten el espíritu de equipo. Resaltar cómo estas ventajas pueden contribuir al desarrollo profesional y al bienestar general.
- Implementación gradual: para aquellos que se sienten particularmente reacios a volver, considerar una implementación gradual del regreso a la oficina. Permitir una fase de transición en la que los empleados puedan trabajar algunos días desde casa y otros en la oficina puede hacer que el cambio sea menos abrupto y más manejable.
- Incentivos y reconocimientos: considerar la posibilidad de ofrecer incentivos para aquellos que regresen a la oficina. Esto podría incluir beneficios adicionales, oportunidades de desarrollo profesional, o incluso actividades especiales que solo estén disponibles para los colaboradores que trabajen presencialmente. Reconocer públicamente el esfuerzo de aquellos que apoyan la transición también puede ser un gran motivador.
- Flexibilidad a largo plazo: es importante reconocer que el mundo laboral ha cambiado y que la flexibilidad es un valor apreciado por muchos colaboradores. Asegurarse de que la modalidad presencial no sea percibida como una imposición rígida, sino como parte de una estrategia más amplia que valora el equilibrio entre trabajo y vida personal.
Alentar a los colaboradores a volver a la modalidad presencial requiere una combinación de comunicación efectiva, empatía y adaptabilidad. Al entender y abordar sus preocupaciones, y al mismo tiempo resaltar los beneficios de la oficina, es posible facilitar una transición más suave que respete las necesidades tanto de la organización como de sus talentos.
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