Muchas empresas toman decisiones sin tener en cuenta el impacto que pueden tener en su reputación frente a colaboradores y candidatos.
La marca empleadora es hoy uno de los activos más valiosos de una empresa. Esta refleja la percepción que los colaboradores y los candidatos tienen de la compañía, y puede influir significativamente en la capacidad de atraer y fidelizar a los talentos.
Sin embargo, muchas organizaciones aún no comprendieron la importancia de cuidar este activo y cometen errores que, consciente o inconscientemente, dañan su reputación como empleadoras.
¿Cuáles son los más frecuentes? Desde Talent Solutions, el área especializada en soluciones de talento y liderazgo de ManpowerGroup, detectamos estas malas decisiones como oportunidad para aprender y mejorar:
- Falta de transparencia en los procesos de selección: uno de los errores más comunes es la falta de comunicación clara y abierta durante el proceso de reclutamiento. Cuando las empresas no informan a los candidatos sobre el estado de sus postulaciones o no brindan retroalimentación después de una entrevista, crean una mala experiencia. Esto genera frustración en las personas, quienes pueden compartir su experiencia negativa en redes sociales.
- Promesas incumplidas: muchas empresas promueven valores o beneficios durante el reclutamiento que luego no se reflejan en la realidad del trabajo diario. Esto incluye promesas de desarrollo profesional, flexibilidad laboral o un ambiente inclusivo. Si los colaboradores descubren que esas proposiciones no son cumplidas, se sienten traicionados, lo que afecta su compromiso y podría generar una rotación elevada. La coherencia entre lo que la empresa comunica y lo que realmente ofrece es clave para mantener una buena reputación.
- Descuido de la cultura organizacional: una cultura organizacional tóxica o mal gestionada es uno de los factores que más rápidamente deteriora la marca empleadora. Si los talentos no se sienten valorados, si hay malos líderes o si no existe un sentido de pertenencia, estas percepciones se extienden rápidamente, tanto dentro como fuera de la empresa. Las compañías que no invierten en mantener una cultura sana y alineada con sus valores corren el riesgo de perder colaboradores y, a su vez, dañar su reputación.
- Falta de enfoque en el desarrollo profesional: el estancamiento en la carrera de los colaboradores es un error que impacta en la satisfacción laboral y, por ende, la marca empleadora. Las organizaciones que no invierten en capacitaciones, mentorías o planes de desarrollo, generan frustración y desmotivación en las personas. Los profesionales hoy buscan empresas que apoyen su crecimiento, y si no lo encuentran, no solo se irán, sino que probablemente hablarán mal de la compañía.
- Mala gestión de la diversidad, la equidad, la inclusión y la pertenencia: estos son valores esenciales para la marca empleadora. Las empresas que no tienen políticas claras al respecto o que, incluso, perpetúan prácticas discriminatorias, pueden perder reputación rápidamente. No basta con promover la diversidad como un eslogan, debe ser una realidad reflejada en las acciones y en la cultura de la empresa.
La marca empleadora es un activo esencial, por eso es crucial evitar estos errores comunes y construir una relación transparente, coherente y valiosa con los colaboradores y candidatos. También hay que recordar que cada persona que toma contacto con la compañía hablará de ella, y es importante que pueda contar que tuvo una experiencia satisfactoria.
Seguinos en redes sociales para enterarte de las novedades que tenemos de #TalentSolutionsAr #liderazgo #habilidades #MarcaEmpleadora