A la llegada de fin de año, muchos directores suman el peso de haber tenido que liderar los equipos y el desgaste que esto les genera.
No es un rol fácil, ya que liderar implica tomar decisiones constantemente, desde las más simples hasta aquellas de gran impacto estratégico. Aunque esto es parte fundamental de la posición, el tener que hacerlo de modo constante puede generar una fatiga, un estado de agotamiento mental.
El cansancio de los líderes puede afectarlos en lo que es la claridad, la creatividad y, en última instancia, el bienestar. Entonces, ¿cómo pueden los líderes manejar este desafío sin comprometer su efectividad?
Desde Talent Solutions tenemos algunas respuestas:
- Entender la fatiga decisional: ésta ocurre cuando la mente se agota tras tomar decisiones de manera repetitiva, lo que lleva a errores, indecisión o simplemente a optar por lo más sencillo, aunque no sea lo mejor. Reconocer esta realidad es el primer paso para contrarrestarla.
- Priorizar y delegar responsabilidades: no todas las decisiones necesitan pasar por las manos del líder. Hay que diferenciar entre las críticas, las importantes y las operativas. Por ejemplo, mientras el líder se concentras en la visión estratégica, el equipo puede determinar los detalles del día a día. Esta práctica fomenta el crecimiento y empoderamiento de tu equipo.
- Establecer rutinas para reducir las decisiones automáticas: es necesario minimizar las decisiones menores creando rutinas claras. Por ejemplo, organiza reuniones estratégicas los lunes y evita tomar decisiones operativas los viernes, cuando el cansancio puede ser mayor.
- Aprovechar las herramientas tecnológicas: el uso de tecnología puede ser un aliado poderoso. Herramientas como Trello, Asana o Notion ayudan a organizar proyectos, establecer prioridades y visualizar opciones. Tener un panorama claro evita el desgaste de evaluar constantemente alternativas dispersas.
- Aprender a desconectarte y descansar: descansar no es un lujo, es una necesidad para cualquier líder. Entonces, es preciso establecer pausas en la jornada para recargar energía. Técnicas como el mindfulness o la meditación pueden ayudar a desconectar y manejar el estrés, además de potenciar tu capacidad de enfoque.
- Tener una red de apoyo: tomar decisiones complejas no significa hacerlo en soledad. Una buena práctica es apoyarse en mentores, colegas o en el propio equipo.
- Reducir las opciones a considerar: enfrentar demasiadas alternativas puede ser abrumador. Por eso es bueno simplificar las decisiones limitando el número de opciones a evaluar.
- Hacer un balance periódico: es fundamental evaluar periódicamente las decisiones que se tomaron y sus resultados. Esto no solo ayudará a aprender de la experiencia, sino que también dará seguridad para enfrentar futuras decisiones con mayor confianza.
El impacto en la organización
Los líderes están expuestos a muchas presiones, y es preciso que trabajen en sus habilidades blandas para poder lidiar con éstas, y también para poder administrar de buen modo su propia energía.
¿Por qué es importante esto? Es que un líder que maneja adecuadamente su energía no solo mejora su desempeño, sino que influye positivamente en todo el equipo. Cuando los líderes toman decisiones con enfoque y claridad, el equipo percibe seguridad y dirección, lo que incrementa la motivación y la confianza.
Liderar no significa asumir todo el peso de las decisiones. La clave está en organizar, delegar y cuidar de uno mismo para liderar con éxito y sostenibilidad. Implementar estos consejos no solo aliviará el cansancio, sino que fortalecerá la capacidad de tomar decisiones acertadas de quien asuma el rol, además de mantener al equipo inspirado.
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