Cómo fomentar que se den las charlas adecuadas para promover la inclusión y la pertenencia en los equipos.
En el mundo del trabajo actual, donde la diversidad se reconoce como un valor estratégico, hablar de inclusión y pertenencia no puede quedar solo en políticas escritas o campañas institucionales. La verdadera inclusión se construye en lo cotidiano, y una de sus herramientas más poderosas son las conversaciones.
Sí, hablamos de esas charlas que se dan entre colegas, en una reunión de equipo, en una evaluación de desempeño o incluso en un pasillo. Porque la forma en que nos comunicamos puede abrir puertas o cerrarlas. Puede hacer que alguien se sienta parte o que se retraiga. Y este detalle es determinante para el clima laboral, la motivación y la fidelización del talento.
Entonces, ¿Por qué es importante conversar sobre inclusión? Porque muchas veces lo que excluye no es una norma explícita, sino un silencio incómodo, un comentario fuera de lugar, un prejuicio no revisado o una falta de escucha.
Fomentar conversaciones conscientes y empáticas permite dar lugar a todas las voces, validar trayectorias diversas y visibilizar lo que aún necesita cambiar.
¿Cómo fomentar estas conversaciones dentro de los equipos?
Queda claro que hablar —desde un lugar genuino— ayuda a generar confianza psicológica, esa sensación de que puedo expresar mis ideas o experiencias sin miedo a ser juzgado o ridiculizado. Y sin confianza, no hay pertenencia.
Por eso, desde Talent Solutions recomendamos algunas formas de fomentar esas conversaciones:
- Crear espacios seguros de diálogo
No se puede hablar de inclusión si no hay seguridad. Promover reuniones, talleres o dinámicas donde se fomente la escucha activa y el respeto es el primer paso. Es clave que estos espacios estén facilitados por personas capacitadas y que se eviten tonos confrontativos o culpabilizadores. Se trata de construir, no de señalar.
- Capacitar en habilidades de comunicación inclusiva
Muchas veces no se excluye por maldad, sino por desconocimiento. Capacitar a líderes y equipos sobre lenguaje inclusivo, sesgos inconscientes y empatía comunicacional puede marcar una gran diferencia. La inclusión también se practica con palabras.
- Escuchar activamente y con apertura
Escuchar de verdad implica no interrumpir, no suponer y no invalidar. Es dejar que el otro pueda contar su historia, aunque sea distinta a la propia. La escucha activa construye puentes y muestra respeto, dos ingredientes esenciales para que alguien se sienta parte.
- Validar y visibilizar experiencias diversas
Cuando en una reunión alguien cuenta algo vinculado a su identidad, su contexto o su forma de ver el mundo, no hay que minimizarlo ni cambiar de tema. Al contrario: validarlo, agradecerlo y dejar que esa experiencia nutra al equipo es una forma concreta de fomentar pertenencia.
- Promover el liderazgo inclusivo
Los líderes tienen un rol clave: modelan el tono, facilitan (o no) los espacios de diálogo, y definen qué temas se ponen en agenda. Formarlos para que lideren con empatía, perspectiva de diversidad y conciencia del impacto de sus palabras es una inversión que transforma culturas.
Fomentar conversaciones que favorezcan la inclusión y la pertenencia no es un “extra” en la gestión de talento: es una necesidad si queremos construir equipos más diversos, comprometidos y sostenibles. Porque las culturas se consolidan en el día a día. Y en ese día a día, las palabras importan. Mucho.
En la actualidad los departamentos de Recursos Humanos tienen la oportunidad (y la responsabilidad) de habilitar estos espacios, promover estas prácticas y acompañar a los equipos en el camino hacia una comunicación más humana, respetuosa e inclusiva. Porque no se trata solo de que todos estén en la mesa. Se trata de que todos se sientan escuchados.
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