En los últimos 5 años esta estrategia fue ganando protagonismo y cada día tiene más peso en la atracción de los candidatos y la fidelización de los colaboradores.
La experiencia del empleado (EX) pasó de ser un concepto secundario en la gestión del management de una compañía a convertirse en un pilar fundamental para el éxito organizacional.
Las empresas comprendieron que un talento comprometido y satisfecho no solo es más productivo, sino que también influye en la cultura organizacional y en la fidelización del talento.
El crecimiento de la EX demostró que un colaborador que se identifica con la compañía funciona como un buen embajador, facilitando que los candidatos adecuados lleguen a las búsquedas que se abren.
Pero, antes definamos qué es la EX. Esta engloba todas las interacciones que una persona tiene con la empresa desde el proceso de selección hasta su salida. Abarca aspectos como el ambiente laboral, las oportunidades de desarrollo, la cultura corporativa, el balance entre la vida personal y profesional y el uso de tecnología en su día tras día.
Un enfoque positivo generado por la EX mejora el compromiso y el bienestar de los talentos, provocando un impacto directo en la productividad y en la marca empleadora.
Ganar fuerza
Sin dudas, la irrupción de la pandemia marcó un antes y un después en la gestión del talento, y por ende también en la EX. ¿Por qué? Es que las empresas tuvieron que adaptarse rápidamente al trabajo remoto, priorizando la comunicación, la flexibilidad y el bienestar emocional.
Entonces, la EX pasó a centrarse en el soporte tecnológico, la seguridad psicológica y la gestión del cambio. Y, a la vez, quedó en claro que es una herramienta indispensable para que los colaboradores elijan cada día seguir trabajando en la compañía.
Bienestar y flexibilidad Laboral
Cuando la emergencia sanitaria fue superada, se pudieron ver los cambios que llegaron para quedarse. El más evidente fue la consolidación del teletrabajo, pero esto facilitó que el foco se corriera hacia la salud mental y el equilibrio entre la vida personal y laboral. Entonces, las empresas comenzaron a implementar beneficios relacionados con el bienestar, como días libres adicionales, acceso a terapia psicológica y políticas de desconexión digital.
Otro punto fue poder personalizar estos beneficios o experiencias. Un facilitador para lograr esto es la digitalización. ¿En qué se pudo aplicar? Por ejemplo, permitió fortalecer los programas de upskilling y reskilling, brindando formación continua alineada con los intereses y metas de cada trabajador.
Inteligencia artificial también en la EX
La inteligencia artificial (IA) comenzó a jugar un rol clave en la automatización de procesos, y esto incluye el análisis del engagement de los empleados y la mejora de la comunicación interna.
Herramientas basadas en IA ayudan a personalizar la capacitación y optimizar la retroalimentación en tiempo real. Al mismo tiempo, pueden evaluar en tiempo real el clima laboral, y poder también premiar a quienes tienen los mejores números de productividad.
En base a esto, sabemos que la EX seguirá evolucionando con la tecnología y los cambios en la mentalidad laboral. Las empresas que prioricen el bienestar, la personalización y el desarrollo profesional de sus colaboradores serán las que logren diferenciarse y atraer a los mejores talentos en un mercado cada vez más competitivo.
Invertir en la experiencia del empleado ya no es opcional; es una estrategia esencial para el crecimiento y la sostenibilidad de toda organización.
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