Las habilidades blandas pueden ser el factor determinante para que un colaborador sea elegido como líder de un equipo y para ingresar a ser parte de proyectos desafiantes.
La pandemia del covid-19 provocó un cambio a nivel mundial afectando nuestra cotidianidad, incluido el trabajo y la forma de desarrollar el mismo. La transformación fue para muchos y las soft skills no quedaron a un lado.
Por este motivo es que te ayudamos a resolver dos preguntas relevantes: ¿qué tipo de líderes vamos a necesitar en los próximos años?, ¿cuáles son las cualidades que deberán tener?
Hay seis habilidades blandas que las compañías buscan y deben tener en cuenta al momento de contratar un candidato o promover a un colaborador. Estas son:
- Inteligencia, clave para la resolución de problemas.
- Curiosidad, para seguir aprendiendo.
- Humildad, para aceptar un error y corregirlo.
- Resiliencia, para poder mantener la estabilidad emocional
- Empatía, para ponerse efectivamente en el lugar del otro.
- Integridad, sin ésta todas las anteriores carecen de sentido.
Cambio acelerado
Para entender cómo evoluciona la importancia de las soft skills, podemos decir que hasta antes de la aparición de la emergencia sanitaria, con tener dos de estas habilidades la persona ya se destacaba. Hoy, si quiere ser un líder, deberá tener las seis, y saber usarlas en los momentos correctos.
Ahora bien, estas habilidades no son solo importantes para los líderes, sino también para los colaboradores en general. Con el trabajo remoto las empresas comenzaron a darse cuenta que las soft skills cumplen un papel importante, y no porque antes no lo cumplieran, sino porque entendieron en profundidad la dinámica y el valor de las mismas.
En este escenario, en el que se empodera a los talentos, las cualidades personales son fundamentales para el desarrollo del trabajador, y también para el buen funcionamiento del equipo que integra.
En consecuencia, los empleadores consideran cada vez más las habilidades sociales de un candidato, así como su experiencia y especialidad técnica. Siempre hay que recordar que los conocimientos profesionales pueden entrenarse, pero las soft skills son mucho más difíciles de desarrollar.