En el Mes del Orgullo hay que seguir aprendiendo sobre cómo dialogar respetando las particularidades de cada uno.
Quienes conforman el colectivo LGBTQI+ saben que la discriminación, aún, está a la vuelta de la esquina. O, lo que es peor, sentada justo en frente de ellas. Muchas veces, en las entrevistas laborales, deben enfrentar situaciones incómodas. Aunque esto no debería ya suceder, siempre es bueno estar preparado para salir airoso, y quién dice, dar vuelta la percepción que el selector puede tener.
A su vez, el candidato puede tener un rol activo en el encuentro. Por ejemplo, al ser uno mismo puede disipar dudas: de nada vale jugar a esconder lo que es natural en cada uno. Con esto no queremos decir que haya que dar explicaciones de las propias percepciones, pero tampoco tener que armar un personaje que puede jugar en contra.
Una recomendación que siempre se les da a los entrevistados es ir a las entrevistas tal como son. Esto, claro está, incluye la vestimenta, el maquillaje, el peinado, la imagen toda. Se sabe que como uno se ve es una información para nuestro interlocutor, por eso puede ser un buen momento para evaluar cuán inclusiva es la empresa.
Las firmas y los candidatos hoy se eligen mutualmente, por eso ir con la mayor sinceridad a las entrevistas es clave para el futuro laboral.