Lenguaje corporal, usalo a tu favor en las entrevistas

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Publicado el 04/03/22

Cuántas veces escuchaste decir que el cuerpo habla por vos. Bueno, es hora de aprender a generar esa buena impresión también con tus gestos. 

Una entrevista laboral tiene tres fuentes muy importantes de información: tu CV, lo que relates durante la charla y todo lo que hagas con tu cuerpo. Esta última es la más observada por los selectores, ya que normalmente hacemos gestos o movimientos inconscientes, pero que revelan mucho de nuestra personalidad para quienes tienen los ojos entrenados para detectarlos y analizarlos.  

Para ayudarte a dar una buena impresión, te contamos algunos trucos que podés poner en práctica:  

Ser relajado y natural 

Siempre es aconsejable empezar la entrevista con una sonrisa relajada (si te sentís nervioso, podés mover tus labios o abrir y cerrar la boca para aflojar tensiones), pues eso denotará que estás a gusto. Por supuesto que ser natural es otro punto a favor, solo que no siempre es bueno lanzar una carcajada justo después de la presentación.  

Tené en cuenta mirar al entrevistador a los ojos al hablar, eso denotará seguridad.  

 

Espalda derecha 

Aunque estés sentado mantené tu postura lo más erguida posible. Esto da sensación de una persona confiada y receptiva. Además, así es más fácil tener libre las vías respiratorias, lo que te ayudará a hablar más pausado. No cierres tus hombros ni los leventes.  

Podés cruzarte de piernas y colocar los brazos donde te sea cómodo. Solo tené cuidado de no apuntar con los pies y cuerpo mirando hacia la puerta, porque puede indicar que querés irte. 

 

Gestos incorrectos: no 

¿A qué tipo de gestos nos referimos? No te cruces de brazos porque implica impaciencia, ni dejes caer tus hombros porque te muestran desmotivados. En cuanto a tu cara, evitá fruncir el ceño, apretar los labios o mordértelos. Todo esto puede marcar un desacuerdo con lo que estás escuchando.  

No te muestres nervioso 

Para esto tenés que prestar especial atención en no balancearte, ni jugar con una lapicera, ni golpear los dedos contra la mesa. Tampoco te suenes los dedos o te toques el pelo repetidamente.  

 

Un último consejo: siempre ayuda a ensayar frente a un espejo.

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