Hasta hace poco, nadie se animaba a contar sus errores, hoy son una gran fuente de inspiración para aprender y seguir en movimiento.
Es cierto, vivimos en una sociedad absolutamente exitista: tener éxito es uno de los valores más importantes. Tanto, que hasta no hace mucho, cuando un proyecto fracasaba tratábamos de esconderlo, para que nadie se entere. Hoy, eso está cambiando, gracias a la cultura de las empresas IT, los errores son celebrados, pues son una manera de empezar a marcar el camino correcto que el emprendimiento debe tomar.
¿Por qué las firmas de tecnología tienen un papel principal en esto? Ellas son las que introducen el concepto de aprendizaje continuo en la esfera laboral, pues los conocimientos técnicos cambian tan rápido que para diferenciarse es necesario estar adelantado a lo que vendrá, y eso solo es posible lograrlo arriesgando: probando, fracasando y volviendo a probar. Así hasta dar con esa innovación que tanto se buscaba.
A modo de inspiración, numerosos emprendedores y empresarios hoy dan charlas contando sus fracasos, explicando por qué fue esencial para ellos atravesarlos y cómo esa experiencia fue la base para luego montar un negocio que sí prosperó. Por eso es imprescindible incorporar a la crianza –de niños y de profesionales– el autoconocimiento y el concepto de learnability, que difiere mucho de las costumbres que se tenían hasta hace poco, cuando se creía que lo aprendido en la educación formal bastaba para el resto de la carrera.
Al mismo tiempo, es necesario estar preparado para atravesar procesos, disfrutando la carrera hasta llegar al objetivo, pues esto puede llevar más tiempo del esperado, y eso no se debe desmotivarlos. Mostrarse dispuesto a ir más allá es una de las habilidades más buscadas hoy, tanto para emprendedores como para quienes están en relación de dependencia, pues esta skill marcará la diferencia.
¿Podés hacer un repaso de tus errores? ¿Qué aprendiste de ellos? Si analizás las respuestas a estas preguntas tendrás una gran ayuda para todo lo que emprendas de acá en más.
