Aunque para muchos puede ser una manera inestable de trabajar, para otros abre oportunidades para ganar experiencia y seguir capacitándose. Las claves para tomar estos empleos.
El mercado laboral está cambiando de manera constante, y aunque los empleos temporarios son una opción ya probada y con años de aceptación por empresas y candidatos, todavía hay muchos que sueñan únicamente con encontrar esas opciones estables y a largo plazo. Sin embargo, es bueno destacar los beneficios que las vacantes temporales pueden ofrecer, sobre todo en determinados momentos vitales.
¿Por qué surgen estos puestos laborales? Las causas son varias, desde picos de producción hasta las vacaciones de la gente de planta que hay que suplantar durante su descanso. Entonces, estas opciones que se abren permiten que el candidato se nutra en diversos modos:
- Experiencia: para muchos pueden ser los primeros pasos en el mundo laboral y una manera de ganar experiencia. Lo bueno es que permite experimentar el clima laboral en distintas compañías, y así reconocer los espacios en los que nos sintamos más cómodos para desarrollarnos.
- Formando el CV: cada empleo temporario puede ser luego cargado en el curriculum vitae. Además, esto multiplica la posibilidad de recurrir a personas que puedan ser nuestros referentes en futuras entrevistas laborales.
- Seguir estudiando: para quienes están cursando la facultad o algún curso esta opción es ideal, pues permite equilibrar horas de educación y trabajo. Además, a medida que vamos adelantando en la carrera es posible actualizar el CV para acceder a otro tipo de puestos.
- Puertas que se abren: como decíamos al inicio, culturalmente muchos consideran que los mejores trabajos son los que implican una relación de dependencia. Para quienes tienen este objetivo, los temporarios a veces son la primera experiencia en una empresa, un modo de presentación, que si causa buena sensación puede ser la oportunidad para establecer un vínculo más permanente.
- Red laboral: contar con personas que puedan dar cuenta de tu desempeño siempre es valioso, y cuando más grande es esa red más oportunidades se abren. Uno nunca sabe por qué camino vendrá ese empleo tan deseado.
- Ponerse a prueba: cuando se habla mucho sobre aprender, desaprender y volver a aprender, tomar contacto con diferentes oficios, tareas y tecnologías puede favorecer que desarrollemos una destreza que desconocíamos que teníamos o que nos gustaba.
- Adaptabilidad: el poder trabajar en diferentes escenarios, con nuevos compañeros, incorporarse a equipos distintos, son todas habilidades hoy muy valoradas por los reclutadores. Y no hay mejor empleo que los temporarios para ejercitarlo.
¿Todavía pensás en la relación de dependencia como la única opción valiosa para ingresar al mercado laboral?