Cómo te definís en una entrevista laboral

1 min de lectura

Publicado el 03/03/22

Está comprobado que hombres y mujeres eligen diferentes palabras cuando atraviesan un proceso de reclutamiento. Cómo y cuánto influye esto al momento de conseguir el puesto. 

Como todo en nuestra vida, la experiencia laboral también está atravesada por las palabras que usamos y con las que nos hablan. Y, además, se sabe que hombres y mujeres emplean diferente vocabulario y le dan distintos pesos a determinados reconocimientos o construcciones verbales. Por eso, es importante conocer nuestra relación con el lenguaje y cómo impacta en nuestro desarrollo de carrera.  

Su informe El lenguaje importa, LinkedIn se tomó el tiempo para analizar cómo las palabras nos diferencian a la hora de solicitar un empleo y cómo nos definimos durante las entrevistas. Así, aseguran que el 44% de las mujeres no solicitaría un empleo cuya descripción incluyera la palabra “agresivo” en su descripción, mientras que en los hombres baja al 33%. Además, el estudio señala que una de cada cuatro consultadas se siente poco atraída si el lugar de trabajo es descripto como “exigente”.  

Algo similar ocurre con la descripción de las habilidades. Aquí sigue predominando un sesgo cultural, ya que ellos tienden a darle prioridad a los conocimientos técnicos, mientras que ellas apelan más a las soft skills, demostrando tener un liderazgo agradable y ameno, al mencionarlo. Incluso, se sabe que al hablar sobre un trabajador, el adjetivo “poderoso” es más utilizado para caracterizar a los varones.  

Estas diferencias, que enriquecen la cultura de la organización, deben ser tenidas en cuenta para que todas las partes se sientan contenidas. Esto debe hacerse ya desde los procesos de reclutamiento, pues una buena experiencia asegura tener una construcción de marca empleadora más robusta.  

Al mismo tiempo, es preciso alentarlas y favorecerlas a través de capacitaciones y talleres que permitan que cada uno pueda desarrollar su personalidad a través del lenguaje, y promover un vocabulario propio de la compañía y sus equipos, para que esto genere un clima de inclusión y pertenencia.