¡A moverse!

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Publicado el 03/03/22

Estar sentado todo el tiempo que uno está en la oficina es perjudicial en todo sentido. Por eso, te recomendamos hacer algunos ejercicios para relajar tu cuerpo y despejar la mente.  

Se sabe que uno de los beneficios más valorados por los colaboradores de todas las edades es contar con el pase para el gimnasio. Ya sea en la hora del almuerzo o tomándose un rato para uno entre la salida del trabajo y el volver a casa, hacer ejercicio es recomendable y necesario. Pero, ¿qué pasa con las ocho horas que estamos en nuestros escritorios o puestos? En ese lapso también es preciso mover nuestro cuerpo mucho más que para teclear. Acá te damos algunos consejos:  

 

  1. No dejes que otros vayan por tu café. Levantate, buscalo y mientras esperás que la máquina te lo sirva podés relajar tus piernas levantando las rodillas hacia arriba alternadamente.  

  2. Dale una vuelta a la oficina. Si tenés que llevar algo a otro colaborador, no elijas siempre el camino más corto, podés optar por uno más largo y así ayudarás a tu circulación de las piernas.  

  3. En el mismo sentido, si tenés que ir a otro piso, bajar por tu almuerzo o es tu horario de oficina, evitá el ascensor y aprovechá las escaleras. Te sorprenderá cuánto mejora tu respiración y resistencia.  

  4. Cada media hora hacé movimientos circulares con tus tobillos, eso favorece a el retorno venoso. Lo mismo podés lograr subiendo y bajando la punta de tus pies.  

  5. Si sos de las que se pone crema en las manos, aprovechá ese leve masaje y estirá los brazos empujando tus manos hacia abajo.  

  6. Es imprescindible que hagas ejercicios de estiramiento para tu cuello. ¡Todas las veces que lo necesites! Aunque no lo notes, la computadora hará que curves tus cervicales más de lo indicado, entonces para prevenir contracturas muy dolorosas (incluso pueden dar mareos) lo recomendable es que lleves tu cabeza de un lado a otro, adelante y atrás y completes haciendo movimientos circulares.  

  7. Si tendrás una llamada que sabés durará más de 5 minutos, aprovechá el momento y caminá mientras hablás. No dejás de ser productivo, es más, lo sos el doble: trabajás y ejercitás.  

¿Qué otras formas de ejercitar hacés vos en tu trabajo? Si todavía no lo hacés, establecé esta rutina y verás como el cansancio empieza a disiparse.