Un nuevo trabajo implica todo un mundo nuevo por descubrir. Acá te contamos cómo transitar los inicios para empezar con el pie derecho.
Esperado, soñado, planeado, necesitado. Cada nuevo inicio laboral implica poder contener las expectativas que uno tiene (desde las personales hasta las que tienen que ver con lo que se puede lograr con la tarea) y ver si éstas concuerdan con la realidad que se vive en la empresa a la que uno ingresa.
Es un momento de mucha incertidumbre, pero también en el que todavía está todo por descubrir y hacer. Y esto puede ser bueno de por sí, y uno también puede ayudar a que así sea.
Por eso para transitar los primeros momentos en un nuevo trabajo te aconsejamos lo siguiente:
- Llegar temprano: asegurate llegar a tiempo y, preferiblemente, unos minutos antes de su hora de inicio para evitar cualquier estrés o ansiedad de última hora. Esto también te permitirá tener tiempo suficiente para orientarte en la oficina y conocer a su equipo.
- Presentación: un tip fundamental es ir vestido de manera apropiada y profesional para el primer día en el trabajo. Para hacer la investigación previa para esto es bueno indagar en redes sociales de personas que sepas que trabaja allí. Un detalle: asistir con un outfit adecuado no significa dejar de lado la propia personalidad, sino simplemente adecuarse al código de vestimenta del lugar.
- Primera impresión: al momento de presentarte con el líder del área y con los miembros del equipo, es bueno hacerlo con una sonrisa y una actitud positiva. Es preciso mostrarse abierto a nuevos contactos, a encontrar a compañeros que sea los facilitadores para conocer no solo el lugar físicamente, sino también las rutinas del equipo.
- Aprender y observar: durante el primer día, es importante prestar atención y aprender todo lo que se pueda sobre el nuevo trabajo, el equipo y la empresa en general. Una opción útil es tomar notas de las cosas que considere importante. Otro detalle, no hay que tener miedo de preguntar todas las dudas que vayan surgiendo.
- Establecer expectativas: es ideal poder tener una conversación con el líder del equipo sobre lo que uno espera del nuevo trabajo, y poder establecer en conjunto cuáles son sus objetivos a corto y largo plazo, y cómo estos matchean con los de la empresa. Esto ayudará a alinearse con los compañeros de trabajo y que todos estén trabajando hacia un objetivo común.
- Mostrarse como uno es, y amistoso: al principio, hay que tomarse un tiempo para ir conociendo a los compañeros y las compañeras de trabajo. Es preciso hacer un esfuerzo para establecer relaciones positivas desde el principio. Una buena manera para esto es compartir gustos, hobbys, qué interés se tienen, y ver cuáles se comparte con el resto del equipo.
- Darse el tiempo necesario: nada es instantáneo, es necesario recordar que las primeras semanas son una adaptación. La ansiedad es la peor consejera para estos momentos, por eso hay que tomarse el tiempo adecuado para conocer el nuevo entorno y aprender las nuevas tareas.
- Mantener una actitud positiva: a veces las cosas pueden no ir como uno esperaba, en esas situaciones es preciso no decaer y renovar el compromiso con uno mismo sobre las ganas que se tienen de que esta nueva experiencia sea beneficiosa. Un buen estado de ánimo y una actitud positiva pueden hacer una gran diferencia en cómo se te percibe en el trabajo.
Ahora solo resta desearle a cada persona que está iniciando un nuevo trabajo lo mejor para lo que viene.