Es una situación de estrés y también de muchas expectativas. El miedo a no tener qué contar puede dominar la escena, cómo lograr superarlo.
Cuando llega la convocatoria surge la alegría, pero también la ansiedad. Es tu primera entrevista laboral, una nueva experiencia que hay que atravesar. Muchos llegan a la charla sin saber qué decir, desconocen qué les pueden preguntar y algunos temen no tener datos interesantes para compartir.
Ahora bien, prepararse para el encuentro con el entrevistador es la clave:
- Investiga a la empresa: antes de la entrevista, conoce su historia, sus valores, sus productos o servicios y su cultura organizacional. Esto no solo te ayudará a entender mejor a la organización, sino que además te permitirá responder de manera efectiva a preguntas como: “¿por qué quieres trabajar aquí?” o “¿qué sabes sobre nosotros?”. Además, demuestra tu interés y proactividad, cualidades que los reclutadores valoran en los candidatos.
- Prepara una presentación personal: los entrevistadores suelen comenzar con una pregunta abierta, como “cuéntame sobre ti” o “¿quién eres?”. Esta es una oportunidad para destacar tus fortalezas y habilidades. Aunque aún no tengas experiencia laboral, enfócate en tus estudios, tus logros académicos y personales, y en cómo tus habilidades y valores coinciden con lo que la empresa busca. Practica para que tu presentación sea concisa y clara, pero evita memorizar un discurso; la naturalidad es importante.
- Identifica tus habilidades transferibles: si bien puede que no tengas experiencia directa en el trabajo que estás solicitando, seguro cuentas con habilidades valiosas que has desarrollado en la escuela, en actividades extracurriculares o en trabajos temporales. Habilidades como la comunicación, el trabajo en equipo, la resolución de problemas y la organización son valoradas en casi cualquier posición. Identifica ejemplos específicos que demuestren estas competencias.
- Prepara respuestas para preguntas comunes: hay preguntas que están siempre en las entrevistas: ¿por qué elegiste esta carrera?, ¿cuáles son tus fortalezas y debilidades?, ¿dónde te ves en cinco años? Lleva respuestas practicadas, así te sentirás seguro y confiado.
- Prepara preguntas para el entrevistador: hacer esto demuestra tu interés en el puesto y en el crecimiento dentro de la empresa. Puedes preguntar sobre las oportunidades de desarrollo profesional, los próximos objetivos de la empresa, o cómo es el día en el equipo al que te incorporarías. Estas preguntas no solo te dan más información sobre el puesto, sino que también muestran tu curiosidad y entusiasmo.
- Cuida tu presentación personal y puntualidad: opta por un look que refleje tu personalidad, pero que se note que hay un cuidado en él. Además, la puntualidad es una muestra de respeto y compromiso.
- Practica técnicas de relajación: las entrevistas pueden generar nerviosismo, especialmente la primera vez. Entonces, busca técnicas para relajarte, como respiración profunda o visualización positiva. Recuerda que los entrevistadores están interesados en conocerte y que están buscando a alguien que pueda aportar al equipo, así que confía en tus capacidades y permite que tu personalidad se luzca.
- Sé agradecido y da seguimiento: al finalizar la entrevista, agradece al entrevistador por su tiempo y por la oportunidad de conocer más sobre la empresa. Luego, envía un breve correo de agradecimiento, resaltando tu interés en el puesto y mencionando algún aspecto positivo de la entrevista. Esto no solo demuestra tus habilidades de comunicación y cortesía, sino que también deja una impresión positiva en el entrevistador.
Tu primera entrevista es una oportunidad de aprendizaje y crecimiento, sin importar el resultado. No temas cometer errores y aprende de cada experiencia. Prepararte con anticipación y presentar lo mejor de ti te dará una ventaja significativa.
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