Híbrido, presencial o remoto, qué modelo predominará

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Publicado el 27/10/22

 

Los cambios acelerados por la pandemia llevan a pensar cómo deben ser desde ahora las jornadas laborales para atraer a más y más adecuados talentos.


 

Con la actividad económica ya en niveles normales, es un hecho que la gran mayoría de las personas y organizaciones se están inclinando por adoptar modelos híbridos de trabajo, es decir, que combinen la presencialidad y el home office, con foco en el bienestar y el equilibrio de la vida laboral y familiar.

A su vez, la demanda de este modelo de trabajo seguirá en aumento, ya que los trabajadores tienen la intención de conservar el lado positivo de la pandemia.

“Por otro lado, observamos cómo ha cambiado el foco de las organizaciones respecto a sus colaboradores. Consideramos que, en un mundo donde el talento se ha convertido en el recurso más escaso, las empresas que quieran ser competitivas tendrán que prestar atención a las prioridades de las personas a la hora de diseñar sus esquemas laborales e implementar sus políticas de Recursos Humanos”, advierte Gustavo Aguilera, Director de Talent Solutions y People & Culture de ManpowerGroup Argentina.

Días en la oficina

¿Cómo encontrar el equilibrio perfecto entre presencialidad y trabajo remoto? En primera medida, se deberán planificar las dinámicas en las que una cierta proporción de colaboradores trabajará, ya sea desde sus casas o desde la oficina y otros alternarán entre estos dos espacios.

“Sumado a esto, las empresas también deberán ofrecer a las personas un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal, mayor autonomía para decidir los horarios, mayor productividad y ahorros de tiempo y costos asociados con el viaje diario a la oficina. En este sentido, el modelo 3-2-2, que prevé tres días en la oficina, dos días a distancia y dos días de descanso, es un buen punto de partida”, alega Aguilera.

Ahora bien, la transformación que están viviendo las empresas hace imperativo que los líderes rediseñen sus espacios al preguntarse: “¿dónde trabajar?, ¿para qué hacerlo así?”. En este sentido, el modelo híbrido llegó para quedarse. Sin dudas la fuerza laboral del futuro será global, diversa, ágil, con nuevas habilidades desarrolladas por la digitalización y el análisis de métricas.

Sin embargo, también será preciso posar la mirada sobre aquellos roles que deben desempeñarse presencialmente y no tienen la posibilidad de transformarse a híbridos. “A ellos las organizaciones deberán ofrecerles horarios de ingreso y salida escalonados, una planificación más flexible y contemplar las prioridades que tienen los trabajadores, ya que, como mencionamos anteriormente, la pandemia enfatizó la necesidad de balancear la integración de la vida personal y laboral”, concluye Aguilera.