La comunicación es cada vez más vital para sostener las estructuras de las empresas. En tiempos de crisis o de crecimiento, que todos cuenten con la información actualizada es clave.
Muchas veces las empresas imponen tendencias, pero otras tantas se nutren de movimientos externos a sus estructuras. Esto es lo que está sucediendo con la introducción de las redes sociales en la comunicación interna de las compañías, quienes han adoptado el formato que más ha transformado al modo de estar en contacto de las personas en la última década para que suceda lo mismo entre sus empleados y entre ellos y las cabezas corporativas.
Un punto a favor de las redes sociales internas es que éstas permiten horizontalizar la comunicación, pues cada uno de los talentos es productor de información y puede brindarla desde su perfil. Sentirse partícipe de este movimiento le da a cada trabajador un nivel de compromiso superior, pues sabe que cuenta con un lugar para expresarse y que podrá ser leído o escuchado.
Con esta estructura más abierta es posible profundizar y acelerar los cambios culturales tan buscados por las empresas que están migrando a la economía 4.0. ¿Por qué? Porque el espacio de encuentro digital permite brindar soluciones más colaborativas, aumentando la productividad y fomentando nuevas modalidades de trabajo. Incluso, algunas firmas se animan a implementar acciones de gamificación, promoviendo una competencia que encierra diversión y desafíos.
Incluso, de este modo las compañías pueden valerse de las bondades de sus talentos, pues al tener un intercambio más fluido entre ellos podrás potenciar sus ideas: ahora los compañeros pueden conocer las ideas, y aunque sean de diferentes equipos, aportar sugerencias, encontrar puntos de encuentro con otros proyectos y así hacerlos crecer. Con la información compartida todo es posible.
Aunque esta herramienta es recomendada para todas las compañías, sin importar sus tamaños, para aquellas que abarcan varios mercados es todavía más vital, pues reúne a la cultura de la firma en un espacio compartido, porque permite que todos estén al tanto de los otros destinos, aunque estén distantes geográficamente, y porque facilita un intercambio que mejora la experiencia de los empleados.
Por último, cuando existiera un comunicado desde la cabeza de la compañía, estas redes permiten que los datos lleguen al mismo tiempo a todos los colaboradores, logrando que todos se sientan igual de importantes y fundamentales para el proyecto corporativo.
