Atravesados por la digitalización y un modelo de negocio en plena transformación, estos profesionales están ante el desafío de generar nuevas oportunidades laborales y captar la atención de su público.
El 7 de junio se celebra en la Argentina el Día del Periodista, un oficio que está siendo atravesado por la transformación digital, la que produce la apertura de nuevas oportunidades, pero que también introduce nuevos códigos que son necesarios aprender para poder seguir siendo atractivos en un mercado laboral más desafiante.
Atrás quedaron los días en que los lectores le dedicaban su mañana de domingo a la lectura del diario: hoy las noticias se consumen en pantallas de 5 pulgadas, en un semáforo o en el colectivo, entre destino y destino. Mientras la lectura en dispositivos móviles gana cada día más terreno, los profesionales de las noticias deben repensar sus textos para ganar la atención de quienes necesitan informarse en un tiempo corto y con más estímulos a su alrededor que antes.
Al mismo tiempo, esta reconversión tiende a un modelo de redacciones más pequeñas, pero que necesitarán gran cantidad de periodistas que puedan desarrollar su actividad de modo remoto, y siendo capaces de hacerlo pensando en la experiencia del cliente, es decir, su público. Atrás quedaron los días de enfocarse solo en el artículo o pieza periodística, hoy la mirada debe ser integral: desde la elección del tema hasta cómo ofrecer la información a través de diferentes canales. Por supuesto, llega, además, una nueva necesidad del mercado digital: medir los resultados. Este paso es imperioso, para no repetir errores y volverse más efectivos, pues este punto atraerá a los posibles anunciantes y audiencias.
El periodista dentro de grandes estructuras está cada vez más circunscripto a un pequeño número de profesionales. Hoy estos trabajadores deben empezar a pensarse como sus propias empresas y capacitarse para salir a ofrecer servicios que los vuelvan atractivos o, yendo todavía más allá, poder desarrollar sus propios proyectos.
Para estos últimos, existen nuevas posibilidades que salen de la tradicional dependencia de la publicidad, pues ya hay portales informativos que funcionan gracias a financiamiento colectivo (público o privado) o a becas otorgadas por fundaciones, organizaciones para el desarrollo y embajadas, entre otras fuentes.
Lejos de morir, el mejor oficio del mundo, empieza a multiplicar sus opciones. La clave, está en prepararse para un futuro diverso, que exige a profesionales capacitados para estar presentes en todas las etapas del proceso.