El mercado está cada vez más globalizado, entonces, cómo no replicar ese mundo puertas adentro. Por qué tener un staff amplio e inclusivo puede poner a la empresa en otro nivel.
Aunque la creciente actividad referida a la agenda de género ha acaparado la mirada y las discusiones a la hora de definir qué deben hacer las empresas para aumentar su diversidad, es necesario ampliar el panorama e incluir en este tema a muchos otros colectivos, minorías y movimientos sociales. Estos son algunos con los que las compañías ya están trabajando:
- LGBT:
Los números demuestran cuánto hace falta trabajar con este grupo: el 90% de las personas transexuales no tiene empleo registrado. Algunas empresas, encaminadas según las metas de los Objetivos del Desarrollo Sustentable (ODS), abren la posibilidad de que los candidatos trans se capaciten e ingresen a sus plantas, para superar el tener que caer en los oficios que se les suele atribuir, como la peluquería.
- Adultos mayores:
Unos 800 mil adultos mayores de 45 buscan reinsertarse en el mercado laboral. Es cierto que luego de los 50 años cuesta encontrar ofertas laborales en avisos o búsquedas, pero algunas iniciativas ponen en valor la experiencia de estas personas. Así, en algunos retails de consumo masivo contratan a jubiladas como “expertas en ahorro” y en organizaciones de servicios acuden a asesores que ya han vivido más de una crisis económica para afrontar tiempos tan fluctuantes como los actuales.
- Perfiles vulnerables:
Programas de mentoreo o acciones que contemplen las necesidades de jóvenes que salen del colegio secundario apuntan a que quienes viven en situaciones de necesidades básicas insatisfechas tengan más oportunidades para llegar a su primer empleo.
- Mujeres:
La retención de estas profesionales se juega al momento de la maternidad. ¿Cómo se las retiene? Las empresas ya están implementando aterrizajes blandos para el retorno de la licencia, horarios flexibles, días de home office, extensión de las licencias por paternidad y programas de mentoreo para escuchar los deseos de cada una de sus empleadas.
- Discapacidad:
Todos somos distintos, y todos nos destacamos en algo, sin embargo, 75% de las personas con discapacidad no tienen trabajo. Lo importante es que las firmas adecuen sus instalaciones para que ellos puedan transitar de manera independiente por las oficinas y también trabajar con los equipos para que, entre todos, puedan contenerse y conocer sus dificultades y virtudes.
- Migrantes y refugiados:
Angustiados por las diferentes situaciones que vivían en sus países natales, muchas personas llegaron a la Argentina buscando mejoras laborales y sociales. Muchos de ellos ingresan a las organizaciones y las nutren con sus costumbres, desde los tratos hacia sus compañeros hasta nuevos modismos para estas latitudes. Lo real, es que los grupos se vuelven diversos y aprenden de las diferencias.