Entrevista: la empresa también debe dar una buena impresión

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Publicado el 03/03/22

Los colaboradores son embajadores de marca. Ellos pueden hablar bien, pero también lo contrario. Un trabajador insatisfecho puede, incluso, afectar las ventas de una compañía.

Mucho se habla sobre Marca Empleadora, pero es un concepto tan amplio que es preciso ir punto por punto para entenderlo y, al mismo tiempo, no dejar detalle sin analizar, pues eso podría costar caro. Uno de los aspectos que integran a esta imagen es la experiencia del empleado: cómo se sienten los colaboradores en cuanto a sus tareas, clima laboral, proyección de carrera y más.  

Está claro que contar con el talento adecuado es vital para mejorar el desempeño y el rendimiento de los productos y servicios que brinda una organización, pero los colaboradores pueden influir mucho más. Esa influencia comienza en el primer contacto: sí, en la entrevista. Esa charla sumada a todo el proceso de reclutamiento puede extender su impronta hasta afectar la rentabilidad de la compañía.  

Lo que sucede es que esos candidatos también son potenciales consumidores, y durante el proceso de la entrevista tienen un doble punto de contacto con la empresa. Entonces, pueden sorprenderse para bien, confirmar suposiciones o llevarse una mala impresión y comunicarla entre sus conocidos. Si, en ese proceso tan delicado, por el estrés que suele ocasionar, la persona se siente contenida, tenida en cuenta, escuchada, seguramente se mostrará propensa a consumir los productos o servicios de la empresa.  

Por otro lado, hoy los talentos buscan a las compañías con las que se sienten en sintonía. Un 56% de los candidatos encuestados en la última entrega de la investigación sobre Preferencias del Candidatodesarrollada por ManpowerGroup Solutions, sostiene que es más probable que trabajen para organizaciones cuyos productos o servicios compran o consumen, con lo cual la estrecha relación entre los aspirantes y sus decisiones de compra se vuelve más evidente y fuerte que nunca. 

Es por eso que la prolijidad, la transparencia y la sencillez en los procesos de reclutamiento cobran más fuerza que en cualquier otro momento.