Más allá de lo que las empresas puedan proponer, es preciso que cada uno tenga en cuenta sus objetivos y elabore una estrategia para alcanzarlos.
Es una pregunta que los candidatos suelen hacer en las entrevistas laborales: ¿qué plan de carrera me ofrecen? Sin embargo, hay un paso anterior que los profesionales deben hacer: elaborar ellos su propio plan, porque si lo tienen claro seguramente serán más acertados al ir eligiendo dónde trabajar y en qué proyectos embarcarse.
¿Qué es un plan de carrera? Es poder diseñar la ruta que le permita tener la marca personal que cada uno desea para sí mismo. Es un ejercicio de imaginarse cómo quiere estar laboralmente de acá a determinada cantidad de años, y entonces poder encontrar qué actividades deberá hacer para lograrlo.
Cuando el candidato tiene esto elaborado, entonces puede encontrar los trabajos que mejor se ajustan a su plan, pero también ir periódicamente revisando su ruta, y viendo si es preciso “recalcular”. Incluso, hay que incluir en esta planificación los objetivos económicos que uno quiere alcanzar.
Incluso, contar con esta planificación permite elaborar un CV más robusto y perfilado para poder concretar los pasos para llegar a la meta.
Ahora bien, ¿cómo elaborar el plan de carrera?
- Mirada interna
Lo primero que hay que hacer es reconocer las debilidades y fortalezas que cada uno tiene. Esto es importante, porque nos indicará qué pasos dar para poder trabajar con nosotros mismos.
- Establecer objetivos
Luego, es importante saber qué tipo de objetivos queremos para nuestra carrera laboral. Estos pueden ser: conseguir un cargo directivo, liderar un proyecto que tiene que ver con intereses personales, conseguir un cargo regional, expatriarse o muchos más. En este punto, es bueno establecer tiempos para alcanzarlos, porque esto nos servirá como impulso para no dilatar la toma de decisiones.
- Capacitarse
Teniendo en cuenta qué arrojaron los dos pasos previos, es momento de comenzar a capacitarse para poder resolver aquellas debilidades, y también para adquirir las capacidades que se sabe serán necesarias para alcanzar los objetivos. Por ejemplo, si se busca tener un puesto ejecutivo, sería ideal apuntar a cursar un MBA y prepararse en el dominio del inglés, mínimamente.
Estamos en un momento en el que es preciso abrazarse y practicar el concepto del aprendizaje continuo, es decir, mantenerse curioso y activo sin importar en qué lugar de la pirámide o estructura laboral estemos.
- Conocer mi propósito
El propósito es lo que te motiva, lo que te pone en marcha cada mañana. Es muy importante conocerlo, porque te brindará una fuerza extra en los momentos en los que consideres que no estás avanzando, o que te has desviado del camino.
Para esto se puede acudir a la guía de un coach, que mediante preguntas abre opciones para conocerse mejor.
A su vez, es preciso que este propósito coincida con los de las empresas en las que se esté interesado en trabajar, porque así podrá unir su camino con las alternativas del mercado laboral.
- Qué modalidad de trabajo quiero
Por último, hoy podemos definir cómo queremos trabajar. Muchos optan por ser emprendedores o freelance, también los que prefieren estar en startups y aquellos que buscan multinacionales. Tener en claro esto permite ir enfocándose desde los primeros pasos.
Al tener en cuenta esto, es bueno conocer qué oportunidades brinda el mercado laboral hoy, qué posibilidades hay en el país de residencia y si es conveniente migrar a otros con más desarrollo de la actividad, ya sea desde el punto de vista empresarial o de formación.
Con todos estos pasos listos, todo será más fácil en el desarrollo personal y laboral.