Cuatro generaciones, cuatro modos diferentes de llevar adelante el trabajo en equipo. Cómo lo hacen los Baby Boomers, X, millennails y Z.
Actualmente conviven cuatro generaciones dentro de las organizaciones, y lo mejor es que incluso se encuentran líderes de cada una de ellas. Los Baby Boomer, los X, los millennials y los Z (o centennials) no solo tienen características especiales cuando se trata de trabajar, también al momento de ser las cabezas de los equipos.
¿Cómo lideran cada uno de ellos? Te lo contamos:
- Baby Boomers: son los más experimentados en el mercado laboral, y travesaron los comienzos de la transformación digital en puestos de liderazgos. Hicieron un gran esfuerzo para pasar al modelo de trabajo por objetivos. Para trabajar con ellos es preciso demostrar el apego a las reglas, y también ser muy respetuoso con los tiempos de entrega.
- Generación X: se esfuerzan por dejar atrás el modelo de control, en cambio impulsan la escucha activa y empiezan a dar feedback positivos a sus equipos. Le dan gran importancia al reconocimiento personal, también a ofrecer recompensas cuando un colaborador se esfuerza para completar una tarea que es ardua. Para ellos la posición que ocupan los sigue definiendo, como a sus antecesores.
- Millennials: son los primeros en dar por tierra con dos aspectos que hasta acá caracterizaban a los líderes: el control, entendido como la necesidad de ver a los colaboradores sentados en sus escritorios, y también tienden a estructuras más horizontales, restándole importancia al cargo que ocupan. Son quienes empiezan a pensar en equipos más diversos y abiertos. También les gusta mucho dar feedback constante. Son abiertos al trabajo por equipo y a distancia, incluso antes de la pandemia.
- Gen Z: algunos de ellos están empezando a tener sus primeras experiencias como líderes, sobre todo en startups ligadas al mundo digital. Confían mucho en sus equipos y los hacen parte en la toma de decisiones. Le dan gran importancia a la diversidad a la hora de armar los equipos, y también a la participación de todos sus integrantes.
Sin importar de qué generación sean, lo cierto es que todos hoy deben poder darle a sus equipos un lugar protagónico, para que todos sientan que sus aportes son escuchados, y también garantizar un equilibrio entre la vida personal y la laboral.