Este año se volvió más difícil buscar un momento para relajarse, por eso te recomendamos cómo dar con esos espacios tan añorados.
“No doy más”. “Nunca llegué tan cansado a fin de año”. “Quiero que termine este 2020 para poder descansar”. Quién no escuchó a un conocido decir una de estas frases. Si hasta nosotros mismos seguro las pronunciamos. Y es verdad, la sumatoria de la pandemia más la crisis económica nos sumió en un año cargado que deja su huella en nuestra energía.
Por eso, es importante detectar cuando uno está entrando en el síndrome de burnout, porque puede ser más preocupante de lo que creemos.
Este problema se refiere al exceso de trabajo y al impacto que éste tiene en la salud de las personas. Hacia fines de 2019 fue calificado como un trastorno mental dentro de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) elaborada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por supuesto que esto se agravó con la cuarentena, el teletrabajo, las clases online de los chicos, la falta de recreación al aire libre, el estrés que todavía nos implica salir de casa, no poder encontrarnos con los seres queridos. Incluso, la falta de abrazos, el miedo a contagiarse o contagiar a otros, y hasta el temor a perder el trabajo.
El verano, con vacaciones o no, es un momento para renovar las energías. Aprovechemos del sol y descansemos lo más posible.