Los colaboradores siguen prefiriendo esta modalidad de trabajo por encima de las otras. Sus ventajas y cómo las empresas pueden mejorar la experiencia.
En los últimos años, el paradigma laboral ha experimentado un cambio fundamental con la creciente popularidad del trabajo #híbrido. Esta modalidad, que combina días de trabajo remoto con presencia en la oficina, ha ganado terreno rápidamente y, según las tendencias actuales, parece estar aquí para quedarse.
Pero, ¿cuáles son las razones detrás de esta preferencia de los colaboradores por el trabajo híbrido y cómo pueden las empresas capitalizar esta tendencia para mejorar la experiencia laboral de sus empleados?
Entre los motivos que los trabajadores destacan más, uno de los más nombrados es la #flexibilidad. Tanto que es casi la razón prioritaria para que elijan esta forma laboral.
¿Por qué? Es que este modelo les permite a los talentos equilibrar mejor su vida laboral y personal, evitando largos desplazamientos diarios y disfrutando de un mayor control sobre su horario de trabajo.
La flexibilidad no solo mejora la satisfacción de los empleados, sino que también puede aumentar su productividad al permitirles trabajar en momentos en los que se sienten más concentrados y motivados.
Como venimos mencionando, esta flexibilidad tiene un impacto en la calidad de vida, y por lo tanto ayuda a mejorar el bienestar de los colaboradores. Y es sabido que cuando una persona se encuentra bien, entonces sus motivaciones para ser creativo y desarrollarse aumentan, por lo tanto crece la productividad.
La pandemia global ha puesto de relieve la importancia del bienestar de los empleados. El #trabajohíbrido brinda la oportunidad de adaptar el entorno laboral a las necesidades individuales de cada empleado, lo que puede contribuir significativamente a su bienestar emocional y físico.
Como dijimos: está demostrado que empleados más felices y saludables tienden a ser más productivos y comprometidos con su trabajo.
Más colaboración
Un punto que muchos tomaron como desafío (por no decir en contra) es que el trabajo remoto ofrece momentos de soledad para el colaborador, o de estar en un ambiente en el que no comparte la presencia física de sus compañeros.
Esto significó un cambio de paradigma, sobre todo para los líderes que estaban acostumbrados a controlar con la mirada, pero el paso de los años demostró que esto solo sirve para acrecentar la productividad en los espacios de encuentros.
Es que el trabajo híbrido presenta una oportunidad única para que las empresas fomenten una cultura empresarial sólida y una colaboración efectiva. Al combinar días en la oficina con trabajo remoto, las organizaciones pueden organizar reuniones presenciales estratégicas para promover la colaboración, la creatividad y el intercambio de ideas, al tiempo que aprovechan las herramientas digitales para mantener la comunicación y la conexión entre los equipos distribuidos.
Entonces, para que el trabajo híbrido sea verdaderamente exitoso, las empresas deben adoptar medidas para mejorar la experiencia laboral de sus empleados. Esto incluye invertir en tecnología que facilite la colaboración remota, proporcionar apoyo para el bienestar físico y emocional de los empleados, establecer políticas claras y equitativas para el trabajo remoto y en la oficina, y brindar oportunidades de desarrollo profesional tanto a nivel presencial como virtual.
Ya no hay dudas: el trabajo híbrido llegó para quedarse y ofrece una serie de beneficios tanto para los colaboradores como para las empresas. Al priorizar la flexibilidad, el bienestar y la colaboración, las empresas pueden adaptarse con éxito a este nuevo paradigma laboral y crear entornos de trabajo que fomenten el éxito y la satisfacción de sus empleados a largo plazo.
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