Cuando las inseguridades empiezan a impactar en tu día a día, quizá es momento de tener una charla. Cómo hacerlo sin afectar tu imagen profesional.
En el mundo laboral, la relación con nuestros líderes suele estar marcada por la productividad, los resultados y el rendimiento. Sin embargo, hay momentos en los que surgen temores e inseguridades
¿A qué temores nos referimos? Desde miedo a no estar a la altura, a cometer errores, a no encajar en el equipo hasta a enfrentar un cambio, todo esto puede generar incertidumbre. Ante esta situación, muchos se preguntan: ¿Es buena idea compartir estos temores con mi líder o podría afectar mi imagen profesional?
No existe una única respuesta, pero sí existen formas estratégicas de abordar la conversación sin que esto juegue en tu contra.
¿Cuándo es recomendable hablar de tus temores con tu líder?
Ser transparente sobre tus miedos puede fortalecer la confianza y mejorar la comunicación con tu guía, pero es clave elegir el momento y la manera adecuada. Considerá hablar con tu líder si:
- Tu temor está afectando tu desempeño. Si la inseguridad te está llevando a cometer errores o a dudar demasiado antes de tomar decisiones, tu líder debe saberlo para poder ayudarte.
- Necesitás apoyo o recursos para mejorar. A veces, el miedo proviene de una falta de capacitación o herramientas. Plantearlo puede derivar en soluciones concretas, como mentorías o entrenamientos.
- Te enfrentás a un cambio importante. Si te promovieron a un nuevo rol, asumiste más responsabilidades o te asignaron un proyecto desafiante, es normal sentir inseguridad. Un buen líder te guiará en la transición.
- Sentís que el miedo te está paralizando. Guardarte los temores por demasiado tiempo puede hacer que crezcan hasta convertirse en un problema mayor. Hablar a tiempo puede prevenir que afecten tu bienestar y tu rendimiento.
¿Cuándo no es recomendable compartirlos directamente?
- Si tu temor es más personal que laboral. Si bien es bueno que un líder tenga empatía, hay preocupaciones personales que es mejor hablar con un mentor, colega de confianza o especialista antes de llevarlas al ámbito profesional.
- Si tu miedo se basa en suposiciones sin fundamentos. Asegurate de que tu temor no sea solo una percepción equivocada o ansiedad innecesaria. Antes de hablar, reflexioná sobre si hay evidencia real que lo respalde.
- Si tu líder no fomenta un espacio seguro. Si sabés que tu líder no maneja bien la confianza o no tiene un estilo de liderazgo empático, tal vez sea mejor buscar apoyo en otro referente dentro de la organización.
Cómo abordar la conversación de manera profesional
Si decidís hablar con tu líder, es fundamental hacerlo con inteligencia emocional y enfoque en la solución. Aquí algunos pasos clave:
- Elegí el momento adecuado: no lo hagas en medio de una crisis o cuando tu superior esté bajo presión. Buscá un espacio tranquilo y pedí una reunión breve para conversar.
- Enfocate en lo que querés lograr: no se trata solo de compartir un temor, sino de buscar una solución.
- Mantené una actitud proactiva: un líder valorará que, en lugar de solo exponer un problema, traigas una posible solución.
- Evitá victimizarte o sonar inseguro: si bien es válido hablar de tus temores, hacerlo con una actitud excesivamente negativa puede afectar la percepción que tienen de vos. En lugar de enfocarte en lo que te falta, resaltá tu disposición para mejorar.
- Aceptá el feedback y usalo a tu favor: tu líder puede brindarte una perspectiva diferente y herramientas para enfrentar tus miedos. Escuchá con apertura y, si te da consejos o sugerencias, ponelos en práctica.
Los buenos líderes no esperan empleados perfectos, sino colaboradores que sepan enfrentar desafíos y evolucionar. Dar este paso puede ser el inicio de una mejor relación entre ambos y un gran impulso en tu desarrollo profesional.
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