La entrevista está llegando a su fin, sentís que te luciste, hasta que tu interlocutor te dice: “ahora, ¿querés saber algo vos sobre nosotros?” Qué hacer en ese momento. Te damos tips para salir airoso.
Puede parecer una prueba difícil de pasar cuando no estás preparado, pero la oferta de hacer tus propias preguntas durante una entrevista de trabajo puede ser muy útil para demostrar más habilidades tuyas que te hagan sobresalir del resto de los candidatos.
Cuando un entrevistador te ofrezca preguntar algo, tenés que prestar atención a varios aspectos para que la oportunidad sea positiva para tu evaluación. Por empezar, no conviene quedarte callado, porque eso no demostraría tu interés por obtener el puesto. Pero tampoco se trata de preguntar por preguntar. Primero, no es bueno volver sobre temas que ya quedaron cerrados durante la charla previa, ni tampoco construir el interrogante de un modo negativo.
Por empezar, no conviene quedarte callado, porque eso no demostraría tu interés por obtener el puesto. Pero tampoco se trata de preguntar por preguntar.
Ahora, hay que saber qué preguntar. Lo ideal es ir por cuestiones que te ayuden a contar datos extras sobre tus competencias o intereses. Así, te acercamos algunas de preguntas que podés hacer:
Conviene leer la web de la firma para poder tener material y cuestionar puntualmente sobre acciones recientes de la empresa. Por ejemplo, si acaba de contar que cambió sus packs para no usar plástico, se puede preguntar cuánto se colabora así como la preservación de los mares.
También es recomendable saber qué no se debe preguntar:
Siempre es conveniente ir preparado al encuentro, pues toda acción forma parte de la evaluación: desde el modo de sentarnos hasta cuán desenvueltos somos a la hora de aprovechar la instancia de cambio de roles.