¿Trabajás de noche o de día? ¿Sos ordenado o en el desorden encontrás tu creatividad? Lo importante es que cada uno encuentre la rutina que potencie su productividad.
En la Argentina, al igual que en el resto del mundo, la tendencia a ser un profesional independiente está en crecimiento y es ampliamente aceptada y fomentada por las generaciones más jóvenes que valoran la libertad, el poder manejar sus tiempos y el desarrollar su creatividad sin límites. Pero, ser freelance no es una tarea simple y muchos han fracasado en el intento. Para que esto no suceda, es preciso que cada uno encuentre su método de trabajo. ¿Cuál es el mejor? No hay una única respuesta, pues hay tantas rutinas como personas. Acá te contamos algunas, quizá encuentres esa inspiración que te está faltando.
Uno de los beneficios de ser freelance es que uno puede manejar sus tiempos, aunque esto no siempre es así: cuando hay una fecha de entrega hay que respetarla sí o sí. Ahora bien, para llegar a ese deadline hay múltiples maneras de organizar tu agenda. Mientras unos prefieren arrancar con los primeros rayos del sol, otros aman el silencio de la noche. Ambos casos están bien, solo tenés que probar en cuál te sentís más cómodo.
El mate como único compañero o el ruido de fondo de un coworking. Esta última opción es muchas veces elegida como transición entre el mundo corporativo y el home office, pues para algunos es un golpe duro dejar de estar en la oficina y compartir espacio con compañeros. A favor de estos espacios, vale la pena resaltar que numerosos emprendedores dan cuenta de cómo el networking los ha ayudado en momentos de crisis y, en muchas ocasiones, las respuestas las encontraron en quienes suelen cruzarse en estas oficinas compartidas. Ahora bien, es recomendable que si elegís trabajar desde tu hogar establezcas cierto orden para evitar desconcentrarte de manera constante.
Está quien tiene su escritorio perfectamente acomodado, con agenda segmentada por colores y con letreros que indican qué tareas son prioritarias para cada día. En contraposición, otros tienen su computadora tapada por una pila de papeles que está siempre en un fino equilibrio. Aunque parezca mentira: ambos son igual de productivos. Acá lo importante es que estos estilos no interfieran en tu rutina, es decir, no deben hacerte perder tiempo, ya sea por ordenar de más o por buscar una anotación entre la montaña de documentos.
¿Vos qué tipo de freelance sos? ¿Necesitás ajustar tu método para volverlo más liviano y eficiente?