Aunque al inicio de la carrera muchos puedan creer que con lo que idearon llegarán lejos, siempre es bueno contar con una voz experimentada que pueda ayudarte a delinear tu camino.
Muchas empresas cuentan con programas de mentoreo y, aunque puedas pensar que se trata de una moda, es más bien una herramienta de la que podrías nutrirte mucho si la tomás con seriedad.
¿Por qué? Porque quienes ya llevan años en la firma o en tu misma profesión podrán darte una mirada más cercana a la realidad, sobre todo si estás en los primeros años de profesión. Acá te contamos las ventajas de tener tu mentor:
Un mentor puede ser de tu profesión, de tu área o todo lo contrario, y todas las opciones tienen sus beneficios. Si tiene tu mismo perfil de carrera podrá darte información sobre cómo se viene desarrollando la actividad, qué futuro le ve, con qué te recomienda complementarla. En cambio, si tiene cualidades diferentes, seguramente llegará a complementarte eso que te está faltando, desde conocimiento técnico hasta aptitudes blandas.
Cuando el mentor es de la misma empresa te ayudará a comprender la cultura corporativa de la firma, datos no menores cuando se planea adaptarse lo más rápido posible. Además, claro está, siempre tienen a mano trucos especiales que uno solo conoce cuando lleva años compartiendo el espacio laboral con los compañeros. Por ejemplo, seguramente te podrá dar tips como a qué hora es mejor hablar con tu líder.
Nervios, malos días, ansiedades, dudas y hasta conflictos con integrantes del equipo. El mentor podrá darte una mirada más calma y abarcativa de las situaciones, con la ventaja de que conoce al resto de las personas que forman parte de la situación.
Cuando se está comenzando una carrera muchas veces se tienen objetivos a corto plazo, pero es bueno contar con consejos que te obliguen a levantar la mirada y poner los ojos más en el horizonte, para poder desarrollar un plan que contenga tu desarrollo profesional y también personal.
¿Ya preguntaste en tu compañía si hay mentores?
Si no los tuviera, te aconsejamos buscar uno que se amalgame a tus necesidades: ese primer jefe que tanto te ayudó, un compañero experimentado que te corrigió antes de una entrega. Vos te vas a dar cuenta, pero no dejes de probar la experiencia de tener una guía tan fundamental, o de realizar unas sesiones de coaching.