La organización de la agenda es de vital importancia, pues permite mantener la productividad sin que el trabajo se extienda más allá de las horas deseadas.
Agilidad y productividad son dos características que no solo se le piden a una empresa, hoy los trabajadores también deben hacer gala de estos atributos para ser elegibles en un mercado laboral cada día más competitivo. Por eso, el tiempo se vuelve clave, pues el adecuado uso del mismo podrá aumentar la eficiencia de quien ponga en práctica consejos como los siguientes:
Es bueno cerrar la jornada dejando ordenada la siguiente, esto da cierta tranquilidad para poder descansar mejor. En la organización hay que incluir no solo los aspectos laborales, sino también los tiempos personales, como deporte, buscar a los hijos por el colegio o llevarlos a una actividad extra, turnos médicos y más.
Por lo general, en las primeras horas del día uno suele estar más descansado, entonces es mejor dedicarle esos momentos a las tareas que requieren más concentración y esfuerzo. Por ejemplo, un error común es dejar para después del almuerzo resolver ese informe que uno posterga hasta más no poder, esto solo empeora la situación, porque al aburrimiento se suma el sueño que se suele tener a la hora de la siesta.
Las actividades deben tener un orden de prioridades, hay que saber aquellas que pueden pasar a mañana y cuáles deben ser resueltas hoy, sin falta. Para darle un formato a esto existen aplicaciones que permiten programar alertas y visualizar en el tablero el estado de situación de nuestro día. Usar colores para cada tipo de acción ese esencial. Una vez más, en este punto se deben incorporar todas las tareas. Por ejemplo, los pagos de servicios o sacar un turno con el médico; lo que típicamente uno olvida, pero debe hacerlo.
Cuando uno trabaja debe dedicarle la mayor concentración a esa tarea, pero llegará la recompensa: un momento de distensión. Para no querer prepararse un café en medio de una labor, lo mejor es sentarse a trabajar ya con todo lo necesario, incluyendo la infusión, el snack, las herramientas o accesorios.
A muchos les gusta trabajar bajo presión, pero no siempre es beneficioso pasar por este estrés. Siempre es mejor tener plazos de tiempo para revisar, por si hubiera un atraso o para llegar con tranquilidad.
Para poder desarrollar la propia rutina es necesario que cada uno se conozca, reconociendo talentos y aspectos a mejorar, porque así podrá ir logrando el mejor rendimiento de su agenda.