En un escenario completamente cambiante e incierto, los trabajadores deben esforzarse por seguir siendo necesarios en el desarrollo de las empresas.
En este contexto, en el que las exigencias cambian día a día, y en el que el mundo laboral está transformándose a una velocidad nunca antes experimentada, los trabajadores se preguntan cómo estar preparados para el futuro.
La clave está en un concepto: empleabilidad, que es la habilidad de seguir siendo atractivo a los ojos de las empresas, para mantenerse siempre dentro del mercado laboral. En este punto no solo se necesita la educación técnica y tener una carrera que concuerde con lo que el mercado demanda (por ejemplo, hoy tener una carrera de IT), sino que la mayor fortaleza radica en las habilidades blandas.
¿Cómo prepararse? Hay algunas acciones que todos podemos ir haciendo, porque, por sobre todo, ser empleable implica no dejar nunca de desarrollarse:
- Autoconocimiento: esto implica, claro está, conocerse a uno mismo, pero también estar abierto a las devoluciones. No solo hay que aceptar los consejos o críticas que recibamos, sino también ir a buscarlas. Esta es la manera en que podemos ir mejorando, limando aquello que no tenemos tan desarrollado y, al mismo tiempo, haciendo pie en las fortalezas.
- Ser curioso: la nueva normalidad exige reinventarse de manera continua, por eso hay que aprender y desaprender todo el tiempo. Pero, no solo esto, sino que es preciso ir hacia el conocimiento, investigar, tener la mente abierta para ser sorprendido. A esto hay que sumar que la innovación siempre es valorada, por eso hay que darse permiso para probar, intentar y, si no funciona, volver atrás, pero sabiendo que todo el proceso es aprendizaje que se puede capitalizar.
- Agilidad y flexibilidad: y no solo para trabajar en equipo, sino como actitud frente a la jornada laboral y a los objetivos que se tienen.
- Comunicación: esta habilidad es indispensable tanto para los líderes como para los integrantes de los equipos, sobre todo en tiempos de trabajo remoto. Contar con un buen circuito de comunicación favorece la productividad y, además, fortalece la confianza.
¿Estás preparado para el futuro?