Dirigen las empresas, pero muchas veces no son nativos digitales y no comprenden la potencialidad de la conexión. Cómo atraerlos hacia las nuevas modalidades y sus beneficios.
Uno de los mayores rasgos positivos que todo líder debe tener es la tendencia a la capacitación continua, sobre todo en los tiempos actuales en los que las reglas de los mercados cambian vertiginosamente adaptándose a la transformación digital. Sin embargo, muchas compañías, grandes y pequeñas, están dirigidas por representantes de los Baby Boomers y también X, quienes nacieron en un mundo análogo y les cuesta ver la utilidad de incorporar la tecnología a sus empresas.
No son aislados los casos de consultores que cuentan, asombrados, como al revisar estados de cuentas, por ejemplo, en algunas firmas se hace un doble registro contable: hay uno digital en la plataforma que estén usando y otro papel, el que usa el director. Esto denota una falta de confianza en los registros online, más aún si están en la Nube.
Para 2020, el 30% de los ingresos de la industria provendrán de nuevos modelos de negocio.
De líderes tradicionales a líderes digitales
¿Cómo pueden acercarse, entonces, a conocer todos los beneficios que tendrían sus organizaciones si entran en la transformación? El primer mito que deben romper es que tendrían que ser programadores para poder entender los procesos digitales. Aunque está claro que saber siempre suma, lo interesante es que conozcan a grandes rasgos cómo funcionan los programas para poder pedir soluciones que sean más eficientes tanto para la empresa como para los consumidores.
Otro aspecto a tener en cuenta es que aprendan a ver el valor de los datos. Sabemos que hoy la cantidad de información es mucha, atosiga y si no está segmentada y analizada puede parecer hasta una pérdida de tiempo y recursos. Sin embargo, es preciso que se ordene la data en informes periódicos (¡Hasta se los puede bajar a papel!) para que vayan viendo cómo así se pueden detectar oportunidades de mejora en el servicio, ahorros de costos, de tiempos y más.
Para 2020, el 30% de los ingresos de la industria provendrán de nuevos modelos de negocio. Pero es un hecho que, para ser efectiva, la transformación tiene que comenzar en los niveles superiores y los directivos deben liderar de manera diferente. Por eso los altos mandos y CEOs tienen que afrontar “el reto de cambiar la mentalidad y las habilidades, incluida la resistencia a nuevas formas de trabajar e incluso sentirse abrumado por la complejidad”, tal como asegura el informe De líderes tradicionales a líderes digitales.
Por último, hay que poner en valor la experiencia de estas generaciones que llevan años liderando las compañías. Son directivos que han sabido desarrollarse en contextos inestables y cambiantes, y por eso es bueno ver el resultado de la amalgama de sus competencias naturales con las nuevas que trae la NextGen.