Este punto siempre es sensible y a los candidatos les cuesta mencionarlo durante las entrevistas. Conocé cómo hacerlo y qué datos debes tener para saber ponerle valor a tus tareas.
Cambiar de trabajo es una oportunidad para avanzar en tu carrera profesional y, por supuesto, mejorar tu situación económica. Sin embargo, para conseguir un salario competitivo, es fundamental saber negociar de manera estratégica.
Muchas veces, la clave no está solo en cuánto pedís, sino en cómo lo hacés. También es importante que puedas darle una justificación real al número que pidas, porque eso hará que tus requerimientos tengan una base firme.
Entonces, lo que desde Manpower Business Professional, él área especializada en talentos medios y directivos de ManpowerGroup, te recomendamos es:
Investigá antes de la negociación: antes de sentarte a hablar sobre tu salario, es esencial que puedas investigar cuánto se paga en el mercado por posiciones similares. Consultá con colegas o conocidos del sector para tener un rango claro. Esto te permitirá saber qué es lo justo y dónde podés posicionarte para pedir un sueldo competitivo. Además, tené en cuenta factores como la ubicación geográfica, el tamaño de la empresa y el nivel de experiencia requerido. Una posición en una startup puede tener un salario diferente al de una multinacional, pero quizás ofrezca otros beneficios que también podés considerar.
- Definí tu rango salarial: una vez que tengas claro cuál es el promedio de salario para la posición que buscás, es importante que establezcas un rango salarial en el que te sientas cómodo. Al negociar, es mejor presentar este rango en lugar de una cifra exacta, ya que muestra flexibilidad y disposición para llegar a un acuerdo que beneficie a ambas partes.
- Mostrá tu valor agregado: durante la negociación, no solo se trata de discutir números, sino de demostrar por qué vos sos la persona indicada para el puesto. Resaltá tus logros previos, habilidades técnicas y blandas que te diferencian de otros candidatos, y cómo podés contribuir al crecimiento de la empresa.
- No te apresures en dar una cifra: es común que, durante la primera entrevista, te pregunten sobre tus expectativas salariales. Aunque puede ser tentador dar una respuesta rápida, es importante ser estratégico. Si no tenés suficiente información sobre la posición o los beneficios que la empresa ofrece, podés responder de manera neutral, diciendo algo como: "Estoy abierto a negociar un salario competitivo en base a mis habilidades y experiencia, así como al paquete de beneficios que la empresa ofrece".
- Negociá más allá del salario: hay otros beneficios que pueden tener un valor significativo, como la flexibilidad horaria, el trabajo remoto, bonos, días de vacaciones adicionales, o planes de capacitación y desarrollo profesional. Si la empresa no puede llegar al monto que esperabas, podés negociar estos aspectos para mejorar tu compensación total.
- Mostrá disposición para negociar, pero no cedas demasiado rápido: si la empresa te hace una oferta por debajo de lo que esperabas, podés responder agradeciendo la oferta y destacando tu entusiasmo por el puesto, pero también indicando que te gustaría acercar la cifra a tu expectativa inicial.
- Sé paciente y tomate tu tiempo: una vez que hayas discutido las condiciones, es importante que te tomes un momento para evaluar la oferta en su totalidad. Agradecé la propuesta y pedí un plazo razonable para analizarla antes de tomar una decisión. Esto no solo demuestra profesionalismo, sino que te da el espacio necesario para evaluar si el salario, los beneficios y las condiciones laborales cumplen con tus expectativas y necesidades.
Recordá que el objetivo es llegar a un acuerdo que sea beneficioso tanto para vos como para la empresa, y con estos consejos, vas a estar mejor preparado para lograrlo.
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