La industria está madurando y adaptándose, y eso hizo que muchas tuvieran que achicar sus estructuras y otras se volvieran más selectivas en la contratación del personal.
Desde 2019 el universo Fintech se encuentra en pleno crecimiento debido al desarrollo tecnológico, al auge de la digitalización, la necesidad de mejorar la experiencia de usuario, la accesibilidad y la inclusión financiera. Todas estas necesidades son genuinas y siguen vigentes.
Ahora bien también es cierto que la industria en general está atravesando un proceso de maduración, y eso obligó que algunas empresas tuvieran que ajustar sus estructuras y achicaran la cantidad de colaboradores.
Sin embargo esto no significa que la reducción vaya a continuar como lo anticipamos, solo habla de maduración, y de que hoy se busca más estratégicamente a quién contratar.
Tanto es así que de acuerdo a la Encuesta de Expectativas de Empleo de ManpowerGroup, que anticipó las intenciones de contratación de los empleadores argentinos para el primer trimestre de 2023, “el sector de Finanzas y Real Estate encabezó los resultados con una Expectativa Neta de Empleo (ENE) de +32%, demostrando así un aumento de 44 puntos porcentuales en comparación al trimestre anterior”, dice Marcelo Roitman Managing Director de Experis.
“En este sentido, vemos que la industria Fintech creció fuertemente durante el período de la encuesta y las expectativas son positivas a futuro”, refuerza Roitman.
A su vez, según el último informe de la Cámara Argentina Fintech, a septiembre del 2020 empleaban a 23.548 personas y esperaban terminar el año en 27.000. Como resultado de 2022 se espera una tasa de crecimiento interanual del 15% respecto a 2021 y del 86% respecto a 2020.
Crecimiento y maduración
“Desde Experis, la marca de tecnología de ManpowerGroup, observamos que las empresas de la industria fintech y de tecnología en general salieron a contratar mucho personal a raíz de la pandemia, la creciente digitalización, una menor aversión al riesgo y costo del dinero muy bajo”, relata Roitman.
Sin embargo, a fines del año pasado “comenzamos a ver desvinculaciones en algunas de ellas debido a reestructuraciones que realizaron. Tal es el caso de las organizaciones relacionadas a criptomonedas, que empezaron a despedir personal, sobre todo en Estados Unidos, acá algunas, y luego cuando empezó a bajar todo el mercado, el resto empezó a despedir”, explica el Managing Director.
Además, hay que saber que durante el último trimestre del año pasado comenzó a impactar el contexto internacional de suba de tasas por parte de la Reserva Federal estadounidense (FED), posibles problemas energéticos derivados de la invasión de Rusia a Ucrania e inflación en los países del primer mundo lo que generó una desaceleración de la economía.
Esto también se vio también reflejado en el precio de la mayoría de las acciones tecnológicas, donde se notó la prudencia de los inversores a la hora de arriesgar capital, la mayor exigencia en que el modelo de negocio sea sustentable y de resultados positivos en menor plazo.
En ese contexto, “observamos que muchas empresas financieras tuvieron que frenar el crecimiento. Las que estaban fondeadas o con modelos de negocio sostenibles estuvieron más tranquilas”, dice Roitman.
Y agrega: “las que dependían de una inyección importante de capital empezaron a ajustar la fuente de mayor gasto de su negocio, que en este tipo de industrias es su personal”.
“De todas formas, creemos que si bien hay una baja coyuntural en algunas empresas, el fundamento racional de estas industrias es que va a seguir la demanda. A pesar de la recesión económica que se prevé sucederá en 2023, la demanda laboral seguirá siendo fuerte en muchos sectores de crecimiento y la transformación digital en curso impulsará a los empleadores de estos sectores a encontrar formas creativas de cubrir puestos muy requeridos”, concluye el director.