La realidad de las mujeres en el mundo laboral

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Publicado el 03/03/22

Alcanzar la paridad de género en los ámbitos de trabajo es uno de los objetivos de la agenda hacia el logro del empoderamiento femenino.

Cada 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, tenemos la oportunidad de volver a mirar cómo estamos avanzando en pos de una igualdad laboral entre los géneros. Aún resta mucho trabajo por hacer, pero sin dudas hemos dado un gran paso: instalar el tema en la agenda de todos: los medios, las empresas, los poderes políticos y, por supuesto, en las familias. 

Vivimos en un mundo en que las desigualdades de género se manifiestan en todas y cada una de las dimensiones del desarrollo sostenible. Tenemos una brecha salarial a nivel global del 23% y una tasa de actividad en las mujeres del 63% mientras que en los hombres es del 94%. Y dedicamos 2,6 veces más tiempo al trabajo doméstico y de cuidado no remunerado que los hombres, por solo mencionar algunos indicadores”, señala María Amelia Videla, Directora de Comunicación, Sustentabilidad y Asuntos Corporativos de ManpowerGroup Argentina. 

Estos datos se ven reforzados al leer el informe El progreso de las mujeres en el mundo 2019-2020: Familias en un mundo cambiante, elaborado por la ONU. Allí, el organismo internacional observa que “la incorporación de las mujeres al mercado laboral continúa aumentando de manera significativa, pero el matrimonio y la maternidad reducen sus tasas de actividad y, por tanto, los ingresos y beneficios asociados a dicha participación. En todo el mundo, poco más de la mitad de las mujeres de 25 a 54 años se encuentra económicamente activa, una proporción que se eleva a dos de cada tres en el caso de las mujeres solteras”.  

 

En contraposición, el mismo estudio observa que “el 96 % de los hombres casados se encuentran activo y agrega que “una de las principales causas de estas desigualdades es que las mujeres continúan realizando el triple de trabajo doméstico y de cuidados no remunerado que los hombres en ausencia de servicios de cuidados asequibles”. 

A esto hay que sumar que “adultas, jóvenes y niñas continúan estando sistemáticamente sub representadas en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas. Y conforme la tecnología avanza y vemos el surgimiento de una Revolución de Habilidades -como señala el informe global de ManpowerGroup que lleva ese nombre- sabemos que el mayor impacto lo sentirán las mujeres. Ya existe el riesgo de que la automatización agrave la desigualdad de género, dado que ellas tienen más probabilidades de trabajar en empleos menos calificados, susceptibles de ser afectados por la digitalización y la robótica”, advierte Videla.   

Poder enfrentar estas situaciones y generar los cambios es imperativo para darle mayor ritmo a esta transformación que está ya en plena gestación.