Con el achatamiento de los organigramas, algunas gerencias serán fusionadas y se eliminarán capas de control. Cómo deben adaptarse estos talentos para seguir siendo empleables.
La transformación digital tiende a crear empresas con organigramas más chatos, es decir, con estructuras más horizontales. Una nueva cultura se gesta, pues hay menos escalones entre los puestos de base y las cabezas de la firma.
Esta pirámide aplanada obliga a los talentos a reconvertirse, porque aquel que no lo haga tenderá a quedar fuera del mercado laboral. La metodología ágil se volvió más transversal que nunca, y ésta propone líderes cercanos, por eso se tiende a eliminar capas de control y fusionar gerencias.
Esto se dará de acuerdo a la profundidad que cada compañía quiera darle a su transformación. Por eso, en este escenario, sobre todo ahora en pleno desarrollo de una pandemia, convertirse en un trabajador esencial se vuelve fundamental.
En este sentido, tener desarrollada la capacidad de learnability hoy toma más importancia que nunca.
Es que transformarse en un early adopter de la innovación y entender los nuevos códigos es parte de lo que hoy se le pide a todos los talentos, sin importar en qué equipo o en qué área se desarrollen.
Sin dudas, un punto a favor de este nuevo escenario es que las estructuras achatadas permiten que quienes tienen ideas sobresalientes puedan estar mucho más a la vista de aquellos que toman decisiones. Parte de la agilidad es entender que el conocimiento está en los equipos, ya no en las individualidades.
En este escenario, ¿qué mandos medios tienen mayor oportunidad de ser valorados? Sin dudas dependerá de sus habilidades, sobre todo las blandas, pues las organizaciones elegirán a quienes sepan manejarse dentro de la incertidumbre, los que apelen a reconvertirse y sean resilientes. Incluso, se vuelve muy importante que tengan una alta tolerancia a la frustración y, sobre todo, que puedan aunar en sus competencias skills orientados a la evolución del negocio.
Los mandos medios hoy se enfrentan al mismo desafío que casi todos los talentos: reconvertirse para entrar de lleno en una nueva economía, una transformación que implica ser creativos y en constante evolución.