Confianza, la base de todo vínculo

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Publicado el 03/03/22

Las nuevas generaciones necesitan tener una relación de cercanía y seguridad con la firma que los emplea. Cómo llegar a este acuerdo para potenciar a ambas partes. 

Los millennials revolucionaron el mundo del trabajo, y le exigieron a las compañías nuevos esquemas que no se habían pensado antes: ahora son ellos quienes deciden si una firma es digna para contar con sus servicios.  

Más de la mitad de los candidatos a nivel mundial (56%) señalan que la marca empleadora es más importante hoy en día que lo que era hace cinco años”, señala el informe Detectives de la marca: la nueva generación de candidatos globales, realizado por ManpowerGroup Solutions. Este dato no es menor, pues actualmente los postulantes participan de forma proactiva en aprender acerca de la marca empleadora o las propuestas de valor del empleador. Una de cada cinco personas en búsqueda laboral a nivel global es motivada por la marca: la considera como uno de los principales tres factores para sus decisiones de carrera. 

Para los jóvenes, la marca empleadora no es un sustantivo abstracto ni algo alejado de ellos, todo lo contrario: necesitan conocer a fondo los valores de la empresa y poder cuestionarlos para sentirse parte. “Ellos expresan definitiva y decisivamente lo que les importa. Ocho de cada diez postulantes a nivel global dicen que el aspecto más importante de la marca empleadora es ‘la confianza entre empleador y empleado, incluso superando otros asuntos como la reputación de la compañía como empleadora, la claridad en la visión/misión, la transparencia y responsabilidad social”, asegura el mencionado estudio. 

¿Por qué sucede esto? Los expertos plantean la hipótesis de que la recesión económica mundial de 2008-2009 redefinió la relación de la Generación Y con las organizaciones, pues los despidos y la caída de algunas firmas emblemáticas obligaron a los jóvenes a repensar qué tipo de carrera laboral deseaban y qué podían ofrecerles las firmas. Los candidatos ahora se fijan no en las promesas de las compañías sino que éstas se encuentren a la altura de ellos. 

Este movimiento que pone a la marca empleadora en el centro es universal, y no tiene diferencia por industrias. Un nuevo orden que las compañías deben tener en cuenta para atraer y retener a sus talentos.